
Soy médica especialista en
Pediatría, Medicina Interna Pediátrica y Psiquiatría.
Mi práctica profesional se sustenta en una formación poco convencional, integrando
tres especialidades médicas con residencia completa.
Mi estilo siempre se caracterizó por un esfuerzo y capacitación constante, siempre apostando a la excelencia.
Disfruto mucho de mi trabajo y creo firmemente en la importancia de un diagnóstico certero,
no como etiqueta, excusa o justificativo, sino como información valiosa,
que permite una mayor comprensión de uno mismo y habilita la posibilidad de buscar estrategias que
mejoren la calidad de vida.
Impulsé la creación del Campus Neurodiverso, una
plataforma innovadora,
que nació al ver la falta de información y recursos del
TDAH y Autismo,
sobre todo en la adultez.
Detrás del Campus hay un equipo en crecimiento constante, comprometido con seguir ampliando y mejorando las propuestas.
Nuestro propósito es favorecer una mirada más comprensiva y empática,
ofreciendo herramientas que acompañen el trabajo de
profesionales de la salud,
y las experiencias de
personas neurodivergentes
y sus familias.
Me recibí de médica con diploma de honor en la Universidad del Salvador.
Realicé mi primer residencia
en
Pediatría en el Hospital J. P Garrahan (3 años), luego una segunda residencia en Medicina Interna pediátrica y jefatura de residentes (3 años).
A la espera de que se abriera un concurso para ingresar como médica de planta, ingresé a una beca de investigación y me incorporé al equipo de docencia en el área del campus virtual.
Logré publicar varios artículos
en diferentes revistas médicas nacionales e internacionales.
Luego ingresé como
médica de planta
del Hospital J. P Garrahan
cargo por concurso, al área de internación pediátrica.

Fueron más de 10 años de trabajo intensivo en un hospital maravilloso, que recuerdo con muchísimo orgullo y cariño.

Esa etapa de mi vida me dió una solvencia clínica, una rigurosidad e interés por la capacitación constante que me define actualmente.
Con los años empecé a sentir un vínculo especial con los niños más "difíciles" conductualmente, o emocionalmente afectados por enfermedades clínicas, y decidí ampliar mi formación profesional en salud mental.
Así comencé mi tercera residencia en
Psiquiatría Infanto-Juvenil
en el Hospital Italiano (3 años).
Durante años me dediqué a la atención de niños y adolescentes, hasta que noté a tantos padres identificados con sus hijos, sin diagnóstico
ni tratamiento, con gran frustración y compromiso en la autoestima.
Fue entonces donde orienté mi capacitación en
adultos neurodivergentes, históricamente desatendidos e infradiagnosticados.
Y aquí me encuentro, luego de un largo recorrido,
apasionada por la neurodivergencia, especialmente en adultos.